Claro que
te recuerdo,
vaho
entre bruma llega tu pregunta
en la
emocional distancia inexistente.
La vida
de minutos
nos la
robamos deteniendo
el
reloj en florecido paréntesis
del
páramo de la existencia.
Claro
que te recuerdo
por las
calles presintiendo tu aroma
y tu
figura en cada resplandor
de cada
penumbra, de cada esquina,
de cada
recodo, de cada verso de camino…
aún
divago hasta el horizonte
de cada
tarde, medito y regreso.
Tu
imagen gira el picaporte
de mi
puerta y enciende visiones
para
eludir soledades.
Te
paseas en tu bata de percal
con
Chanel perfume de ayeres
que en
ti sublimiza y enamora…
y me
arropas y te arropas y me miras
y me
arrullas y me besas y me diluyes
en la
sustancia tibia de tus brazos
Y salgo
a las calles y te repito
en cada
resplandor de cada penumbra,
de cada
esquina, de cada recodo…
Claro
que te recuerdo
en la
emocional distancia inexistente.
diciembre 31, 2013
Carlos
Román Ramírez
Un cúmulo de preciosas imágenes y sensaciones que nos es muy fácil de asimilar. Muy placentero de leer.
ResponderEliminarSaludos desde Chile.