He llegado entre versos, saboteando el anclaje
Dulcemente feroz del beso que me debes.
Me acompaña una tarde de lluvia
Y soy gota que enferma cuando cae de bruces
Creciendo a la sustancia de pobreza
De un caminar descalzo sobre tu edad sin número.
A veces te percibo,
Es posible que estés cerca de mí,
En una alerta de horas
Donde habitaba el Tú, en a moroso arrullo.
Es posible que seas,
Que suenes como
sangre dividida
En aguas de un Mar Rojo
O frente de Jordán
Levantando la vida hacia
Hacia un Mar Muerto.
¡Todo se arremolina en ti
Como un nudo de albatros y avecillas sin nombre,
Cuando bebo en la garra de tus ojos
Y llevo en su salvaje, a mi garganta,
El último bocado de amor que me regalas.
© Esther González
Sánchez
ESTHER
ResponderEliminar¡ QUÉ BONITO! ES TODO UN REGALO
CONCHI SEDANO
Regalo es encontrarme con tu generoso apoyo en este rincón de las letras compartido .
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
¡¡maravilloso tu poema amiga me ha hecho estremecerme de emoción ! ¡ hay que ver como escribes y que orgullosa estoy de ser tu amiga!!.
ResponderEliminarEres una bendita realidad que engrandece nuestra Literatura.
Abrazos reina ¡¡ FELICIDADES!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Hola, Carmen! Sabes cuanto te admiro como persona y desmedida poeta que eres.
ResponderEliminarTu amistad se hace regalo en palabras para arropar las mias.
Gracias por tu sencillez y por ser tan siempre amiga.
Un abrazo