Te quise
mientras que desplegaba una caricia
sin apenas rozarte,
mientras que tú observabas el vértice
de cualquier esquina,
mientras que palabras rotas
tejían amargos caligramas en mi pecho.
mientras rasgué mi exilio...
Hoy
-
firmado nuestro epílogo -
un
poema solloza en la mitad del ocaso.
¡...Y tus manos son incapaces de darle cobijo!
( Libro:
HOJAS SECAS rozando mis labios )
Conchi Sedano
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