Aquí estás. Entre el amor y los acertijos.
Jueves 09 25 08
Para perpetuar tu estancia, para sembrarla como semilla ardiente en mi
jardín secreto, inventé pequeñas trampas, furtivas redes que aten tus alitas
que no saben de largos vuelos a inquietos países; hacia un Palacio Amarillo tú
regresas, desandando las preguntas, y no sé si eres triunfo o condena. Desnudas
el corazón con inocente travesura, escondes los hábiles recursos que impiden la
suma de los acertijos y me atrapas en la jungla que sólo tu dominas, como si
fueses un puma devorando la presa. Elevo una tumultuosa señal, destellos del
amor que pasa y queda; siempre es el retorno alentando la hoguera sin temer a
los vientos ni a los encapuchados enemigos. Difícil es nominar la incógnita,
que nos seduce y nos reprende; por los tanteos y la incertidumbre, por este
viaje acumulado que nos reclama. Si serás mi condena o serás mi triunfo,
convoco la paz, la sigilosa música del alma, los genios que responden a todos
los resortes. Convoco el sortilegio de los acertijos y el amor.
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