Sucede
que no soy egresado de taller
de
poesía ni avezado tallador
literato
de sofisticados vocablos
entrelazados,
ininteligibles, tan esotéricos
que
sólo entre ellos se entienden.
Sucede
que nunca he pagado
para
ser poeta, nació conmigo.
Sucede
que soy pueblo,
esto es
lo más complicado
que
pronuncio o escribo.
Mis
poemas son nacimientos
abruptos,
semi incoherentes,
a pura
natura, después los visto
de
gramática, les doy giro,
los
cuasi desnaturalizo insuflándoles
sentido
y los expongo a críticas
de
quienes disparan al águila
pero no
pueden volar con él.
Nadie
juzgue mi oficio si no ha ascendido
más
allá del Everest en burbuja poética.
Sucede
que los vasallos géneros
literarios
apelan al conocimiento,
la
reina poesía al sentimiento,
resulta
que los comunes me sienten
aunque
no comprendan mi voz.
Resulta
que todos los literatos
del
mundo, ¡todos, todos juntos!
no
componen un poeta si no nacieron,
así de
simple es la complicación de Dios.
febrero 2012
Carlos Román Ramírez
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