A Su, con amor. Presente siempre.
Lunes 09 01 08
Afilada
es la roca que penetra en el mar como ala picuda de golondrina hecha para
deslindar la ola, daga cortante surca el nivel de la palabra para señalar la
luz de la sombra, el quererte del odiarte, la alegría de la pena, pero
tú, en tu mundo alucinante de fantasmagorías y presagios, desconoces que así
como es arriba es abajo. En obstinado quehacer vas rompiendo una a una las
flechitas que marcan el lindero sin avizorar que nuevas flechas vendrán a
colocarse donde estuvieron las rotas. Te reconozco como una marejada que
arrastra masas de agua y espuma cientos de kilómetros hasta romperlas en una
costa lejana. Si te busco no te nombro; es el conjuro mágico que abraza tu
espejismo y desarma todos tus ardides; siempre estarás: puerta cerrada a todos
los vaivenes, sólo sensible a mi voz de Sésamo.
Como
ciclos innombrables volverán la ola y la filosa daga deslindando realidades,
aún no queda
espacio
ni para el senderito de abril, ni para la estrella vespertina de mayo. Vendrán,
a pesar de los augurios, los sueños guardados en las raíces de un árbol
misterioso crecido en la margen azul de un paisaje sólo conocido por tí y por
mí. Si me sueñas te respondo. Si te sueño aquí estarás.
Teresita
Herrera Muiña
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