Señor:
dame un cuerpo
para remontar los desperdicios
te mostrarè como los prìncipes de la iglesia
anuncian en alabanzas
el desgaste de los bosques
Escùchame:
soy una voz abandonada
en el metàlico paso de una primavera
soy una tarde gris nutrida por el orden
de los cementerios
Hay penas
en los muelles
en los insanos
porque Dios desviste a la serpiente
y se encierra en el sabor prohibido
Los pètalos y retoños
se despiden ante la amenaza del àcido
mùsica y alabanzas
en el enjambre de las abejas
el incienso conduce a una fuente seca
al desvelo del arco
rendido y extremado
el planeta custodia una casa etèrea
Si muriera hoy
resumiera el mundo
en el follaje vanamente calcinado
y en los vientos de aquel norte
que Dios me cede desde lo alto
Lucìa Salerno De:AVE PARAÌSO .edic ,La Espada Rota .Caracas 2011
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