Cuando me miras, siento
un asalto de miel en mis pupilas
un asalto de miel en mis pupilas
y desde la Alhambra de tu boca
oigo temblar un beso
en la distancia:
es Él mi esperado,
mi cómplice amoroso.
mi cómplice amoroso.
¡Que dulce silabario
cuando viaja
y golpea mi puerta
el vino caudaloso de
sus ríos,
mientras grita ser preso
mientras grita ser preso
que en palco de mis
labios
quiere enterrar su
cielo!
Ven, mi amado, mi reo
carcelero,
a sentar en mis alas la fortuna
de haberte conocido.
a sentar en mis alas la fortuna
de haberte conocido.
¿Escuchas como caen
los turnos de
distancia?
¡Amor, cada minuto nos acerca!
¡Dibújate en petunias!!Apresúrate!
que ya tengo en el pecho
que ya tengo en el pecho
jarrones de alegría.
© Esther González
Sánchez
ESTHER GONZÁLEZ SÁNCHEZ
ResponderEliminar¡¡¡PRECIOSO POEMA!!!