Entonces,
dime...
¿Alguna vez te
aprendiste mi espalda?
¿Caminaste a
paso firme los adoquines de mi columna
deslizando tu
cuerpo por sus lomas de huesos curvos
lamiendo - de
paso - la textura leve de mis pecas
y el quiebre
altivo de mi cintura?
¿Sellaste con
tus labios al final del recorrido
la hondonada tibia donde se guarece
la última
vértebra de la serpiente?
Y si no lo haz
hecho...
¿Cómo puedes
saber
quién es la que
duerme a tu lado?
Amanda Espejo
Amanda
Espejo
Quilicura
/Septiembre - 2008
Carmen: acabo de poner en mi blog personal, Sobre Vuelos y Caídas, el agradecimiento formal por estas bellas publicaciones que me haz hecho. Me han encantado! Espero que también a quienes las lean.
ResponderEliminarUn admirable y pujante trabajo el tuyo. Abrazos desde Chile.
Gran poeta Amanda, y grande su poesía de delicado y sugerente erotismo.Gracias por publicarla.
ResponderEliminarJuany Rojas
Gracias, Juany...Viniendo de ti, estas palabras valen mucho. Un gran abrazo, querida, y un año 2015 venturoso y feliz.
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