Solariega
lluvia de poesía diamantina,
gotas
de cántaro azul mojando mi cristal,
prístina
cadencia de lírico vivir,
toque
místico de flauta en mi prosa terrenal.
Rumorosa
lluvia de poesía celestina,
paisaje
de mi viaje, resplandor en mi vitral,
tú, la
lluvia y tú,
ambrosía
del amor y tú, gasa en el pudor,
la
lluvia y de nuevo tú……
Qué
divino mojar mi ternura, mi pantalón,
imagen
de tu ser, efluvio celestial,
bautizo
al amanecer bajo cielo tisú.
Perdón,
mientras llueve comprendí el error,
la
lluvia no se llama así, no más se parece a ti
porque
la lluvia del Señor, la eterna lluvia
de
soñoliento vals de gracia sonatina,
la
mística, la fúlgida sinfónica lluvia
…… eres
tú.
noviembre 2008
Carlos Román Ramírez
La lluvia rstimado Carlos, es un potencial poetico mas que poderoso. No es verla caer, es sentirla, absorverla, nteriorizarla en su humeda femineidad. Es esto que has hecho, convertirla en poesia. Gracias.
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