En algunas cosas,
como en lo físico, al igual que todo
mundo, definitivamente sí y mucho!!!.....pero en lo fundamental, en lo
esencial, categóricamente no. Sigo creyendo pertinazmente en los valores que me
fueron inculcados por mis padres, por los Fundadores y profesores de mi muy
querido Colegio Concordia Universal del Callao. Luego los maestros de las
Universidades Inca Garcilaso de la Vega y Federico Villarreal de Lima, por mis
amigos Andrés Townsend Ezcurra, en sus últimos años por Armando Villanueva del
Campo y por supuesto por mi Maestro insigne Victor Raúl Haya de la Torre,
ellos se encargaron de consolidar la
vocación democrática, el espíritu de Patria Continental, la admiración por el inmenso e invaluable
legado cultural de nuestros antepasados, el respeto por nuestra Madre
Naturaleza. En la juventud, luche contra la dictadura, en mi país y fuera de
él, aporté mi grano de arena a la caída del régimen dictatorial. A lo largo de
mi extensa vida, fui consecuente a la defensa de la democracia, de la Libertad
como el supremo Don que el Creador nos concedió a los humanos para
distinguirnos de los seres irracionales. Promoví y defiendo los DDHH, no como
actividad comercial, ni mucho menos como guarida de bribones y cuando me
correspondió desempeñar la catedra universitaria, lo hice inculcando a los
jóvenes el amor a la libertad, el respeto del derecho ajeno y a tratar de hacer
el bien, cada dia, sin esperar recompensas. En esto no he cambiado un ápice, y
creo que ya es muy tarde para cambiar, por tanto no pienso hacerlo y moriré
como un viejo terco, necio, porfiado, afincado en mis viejos principios…aunque
ya no estén de moda.
Alberto Valdivia
Portugal.
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