En la tarde del tiempo rescaté mi cajita de lata.
Me esperaban…
un adiós ante el vaso de whisky con hielo,
el lienzo roto de dos caligramas,
tres solemnidades sin guirnaldas rojas ni bombones de chocolate
negro
y en una toalla…cuatro lágrimas.
Entre folios manchados de insomnio, cinco amaneceres,
seis gritos de ausencia con viento de duelo pegado a la espalda
y las siete notas de mi pentagrama creando horizontes de duda
a ocho cartas bumerang, con fiebre de espera y de rabia.
Nueve desencuentros profanando un poema que increpa al orgullo
y, cobijadas, tras una sonrisa tus diez rosas huérfanas -quizá
mal contadas-
Once tardes grises para
la acuarela de tu calendario,
doce puestas de sol sin
metáforas ni castillos de arena,
trece sombras de amor con
textura de menta y acacias
y catorce palabras de amargo silencio…
entre quince líneas marchitas de distancia.
Hoy abrí mi cajita de lata
…y
esperé a que el piano sonara.
¿Bailamos?
CONCHI SEDANO
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