No recuerdo tu nombre.
Recorro nuestras calles
con el dolor de nadie,
sosteniendo mi pecho
sofocado
más aun que esta noche
de asma, de esperar tu
llamada,
de requerirte .
No recuerdo tu nombre.
Me ha dejado la fiebre
sin tus horas
eternidades en mi
que ya no reconozco.
Esto es urgente, muero.
No se termina el mar
pero yo si.
No recuerdo tu nombre.
-Que la luna disponga
de esta memoria-
No he querido sufrirte
en el destierro
mucho más que una tristeza
subrayada de ti.
No recuerdo tu nombre,
si el daño breve pero agudo
que me causó la falta de
tus sílabas.
Desde entonces recorro
nuestras calles
las de las flores
las de los besos
Con este camisón que
tanto te gustaba.
(c) Carmen Castejón Cabeceira
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