Irrumpo en la cima
turgente de tus pechos,
y me deslizo
bañándote de luna.
Por la planicie marfil,
donde tu vientre,
desemboca afiebrado
en plena tundra.
Y a paso de machete,
embisto enceguecido,
contra la húmeda oscuridad
del Gran Deseo.
Y en el vórtice fugaz
de lava y fuego,
inundo de semillas tu caverna,
con vértigo ciclópeo, jadeos.
Gustavo M. Galliano ®
No hay comentarios:
Publicar un comentario