Tu cuerpo de almendra, sosegado y fino
llegó hasta mi hombría con cierto pudor.
abracé sus pétalos, terciopelo tibio
libé su inocencia de sombra y licor
Besé su pistilo con loca ternura
mis labios supieron de cierto fragor
temblores de cuerpos unidos, Nocturna
jornada con alas, espasmos y amor.
Llegó la mañana como llega la muerte
como llega lo triste sin gracias sin credos
con alas de amianto como cualquier Jueves
Tu cuerpo de almendras se me hizo tan lejos.
Las sabanas frías su luz diferente
tu imagen desnuda en las brumas del sueño
Ernesto R. Del Valle
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