Cuando veas un pájaro temblar bajo la lluvia o un
viejo solitario sentado en un café; cuando sientas
que alguien te mira y al volverte encuentres la sonrisa
del niño del periódico; cuando escuches que alguien
pasa cantando triste una canción lejana de los años
sesenta; cuando veas un grupo de obreros protestando
y alguien traiga una rosa para el guardia de turno;
cuando cualquier muchacho lea nuestros poemas o
pregunte mi nombre si encuentra mi retrato; cuando
el atardecer, detrás del mismo árbol, anaranjado y
claro como las mariposas, se tienda en las montañas
como en aquellos días; cuando la noche alta tiemble
sobre las casas con estrellas violetas y sientas que
las manos se te llenan de luna con suavidad de beso;
cuando el señor aquel de la casa de enfrente te salude
y su mano tiemble con su sombrero; cuando pase el
cartero sin detener el paso; cuando al abrir un libro
encuentres una carta que tú nunca leíste y veas que
es mi letra... Cuando ya estemos solos y viejos y olvidados...
¡recuerda, amor, recuerda...!
(c) José Manuel Solá / 2003 / "Hay luz en esa casa que fue mía"
No hay comentarios:
Publicar un comentario